viernes, 2 de abril de 2021

Los religiosos Laguna y Soriano

RELIGIOSOS LAGUNA Y SORIANO
La vida por la independencia de Venezuela


Escudo orden franciscana
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Dentro de la historia de Venezuela, la época de la conquista y la independencia ha sido vista como una lucha militar y de poderes, de clases sociales, abolengos y de razas.

Acá les presentamos a dos hermanos que son parte de los héroes de independencia, sin haber sido parte de las batallas directamente, pero sí luchando desde el punto de vista de sus valores y creencias, de la defensa del desposeído, de la angustia ante la injusticia. Es lo que llamamos HÉROES DE LA SOCIEDAD.

Luego de los procesos de conquista y evangelización,  los españoles dedicaron sus funciones a poblar y gobernar. Estando ya bien asentados en algunos terrenos conquistados, comienza la emigración con objeto de formar la sociedad ordenada, que cumpla sus deberes adquiridos con su Majestad el Rey, en aquel momento Reyes de la Casa de Austria, que tomaron el mando luego de la muerte de Felipe I de Castilla.

Finales del Siglo XVII y comienzos del XVIII son años de cambios dentro de la Corona española y en 1700 comienza la era de los Borbón, cuando es declarado Rey Felipe V. Durante ese período, dos hermanos llegan a la Provincia de Nueva Andalucía, más tarde llamada Provincia de Cumaná. 

Estos hermanos llegan por vías diferentes y para funciones diferentes: Fray Diego Soriano y Durán, Padre Predicador y Confesor del congregación de los Franciscanos[1], llega a sus treinta y seis años de edad,  a continuar el proceso de evangelización, implementar las escuelas y evitar que los indígenas hablen la lengua nativa,  y su hermano Juan Francisco Soriano y Durán, llega sirviendo al Rey en funciones administrativas, en la Rentas Generales, como Theniente Oficial Real, defendiendo los impuestos de cada transacción que se hacía en la Provincia, a favor del Rey. 

Es de saber, que “por Real Cédula de Felipe III, fechada el 24 de agosto de 1605, se impone la presencia en la Provincia de Venezuela de un Contador Mayor y luego, el Rey Carlos III agrega que los oficiales de Real hacienda de la Provincia de Cumaná rindan cuentas al Contador Mayor de la Provincia de Venezuela.”[2]

Para finales del siglo XVIII, en el año 1780, el rey Carlos III solicita a sus súbditos un donativo para la lucha contra la nación inglesa, siendo este punto un papel importante para la supervisión y la definitiva conquista de las tierras americanas por parte del reinado, generadores de esas grandes donaciones. Igualmente, participa junto a Francia en contra de los ingleses, ayudando a la independencia de los Estados Unidos. Luego de la muerte del rey Carlos III, su sucesor Carlos IV tuvo un gobierno más conservador. El aumento de la población provocaría tensiones, por lo que la necesidad de importar trigos y harinas fue uno  de los principales puntos para querer fortalecer las colonias, además de las importaciones de hilados y tejidos de lana, lino y algodón[3]

La labor de los Jesuitas casi llega a su fin y son sustituidos sus dominios por los franciscanos, y en Cumaná, la labor de los Capuchinos había avanzado con éxito, habiendo fundado ya varios pueblos entre Cumaná y el río Caripe[4]. Para finales del siglo XVIII el Capitán General era Manuel de Guevara y Vasconcelos, seguido por Juan de Casas y Barrera y finalmente el conocido Vicente Emparan y Orbe. Durante estos últimos tres Capitanes Generales de Venezuela, comienza y se vive la historia de nuestros ancestros, cuáles queremos exaltar.

Los nietos de Juan Francisco Soriano y Durán, nacidos en la Provincia de Cumaná, quizá siguiendo el ejemplo del respetado Tío abuelo, Fray Diego Soriano y Durán, se van a España, a procurar  una formación religiosa por parte de los Franciscanos. Destacados en sus estudios y en los temas religiosos, a finales del Siglo XVII regresan al lado de sus padres, en la Provincia de Cumaná,  y aquí una pequeña semblanza de estos héroes.

 

 

TAU, símbolo de la humildad y señal de los hijos de la pobreza.
https://franciscanosecuador.net



FRAY JUAN MARCELO LAGUNA Y SORIANO.

Nacido en San Baltasar de los Arias, Cumanacoa[5], Venezuela. De joven es enviado a España para estudiar en la Congregación de los Franciscanos. Suponemos que alrededor del año 1781, cuando sus padres hacen “Testimonio de Información de Limpieza de sangre”, ya que para los Franciscanos, era importante documento para permitir iniciar sus estudios.  En 1791 opositó a cátedras de Teología y Filosofía, en 1794 fue nombrado Lector Moral de Caracas. El 9 de noviembre de 1796[6], a bordo de la fragata “Néstor”, embarca dirección al puerto de La Guaira. Al tiempo de su llegada de regreso a Cumaná, es asignado a la cofradía de Nuestra Señora de las Mercedes, integrada exclusivamente por pardos libres, en donde hace las veces de Padre Guardián[7]. En 1800 se conoce por carta del Comisionado General, que renuncia a una de sus Cátedras, alegando la necesidad de atender a sus hermanas.

Inquieto, extrovertido, guerrero por las causas justas. “Laguna se perfila como un gran luchador. Desprovisto de ambiciones personales y ansias de poder”[8]. Siempre en problemas, como se aprecia en varias comunicaciones que en 1801 el Comisario General de Indias escribió sobre él, solicitando su castigo cuando “tenga olor a desacato, avilantez y desvergüenza contra los superiores". Para 1807 se opone al ingreso en la cofradía del presbítero Patricio Quintero, sabiendo la clase de persona que era éste y que por sus intereses de seguro actuaría contra sus protegidos.

Catalogado como “Cabeza Caliente”, Los pardos lo seguían con fe ciega, lo consideraban su protector y voz, por lo que al tiempo se inmiscuye en la política en la lucha por la independencia, considerándola causa justa.

Cada paso dado por  el Fray Marcelo, generaba revuelo y alboroto, como lo sucedido en el barrio de Chiclana, al norte de la Ciudad de Cumaná, llegando al punto cercano de un enfrentamiento contra los españoles, causa inmediata de su detención y cárcel, para luego ser enviado a Caracas junto al Provincial de la Religión por ser considerado “inaguantable”.

En 1815, un informe de Pablo Morillo y Morillo lo llama “insurgente de los acérrimos, que se ha batido en todas partes con las tropas de su majestad”, siempre separado de su convento, por lo que ha decidido enviarlo a la Península, en España, bajo partida de Registro, por su decidido amor y participación en la insurrección, etc.

Fue destinado primero al convento gaditano de San Francisco, pero ante sus reclamos y molestia, fue recluido y custodiado con toda la seguridad en el Colegio de Misiones de Arcos de La Frontera, en Cádiz. Las paredes del colegio en donde estaba “preso”, sin permiso de salida, se hacían cada vez más pequeñas para una personalidad tan aguerrida y su demostrado amor por la tierra que lo vio nacer, y que decidido estaba a luchar contra aquellos que osaran maltratar a su gente, aunque estos fueran los mismos de las tierras de sus padres. 

El 24 de enero de 1818 logra el indulto, pero con la condición de no abandonar España, aunque en marzo de 1818 consigue escaparse de aquel convento en Cádiz, ya habiendo planificado su huida, porque meses antes se entera que Luisa Cáceres de Arismendi, en el año 1817, ha sido enviada presa, a la misma ciudad, por razones similares a las suyas y encuentra forma de comunicarse con ella, y juntos, a través de amigos , en marzo de 1818, ayudado por el teniente Francisco Carabaño y otros colaboradores de los que se había ganado su admiración y confianza, hacen todos los preparativos y se escapan en el barco “Bedford” que había hecho escala en Gibraltar con rumbo a las Américas, pero el destino le hizo una mala jugada y no quiso que siguiera en la lucha por la libertad de su patria natal, cayendo enfermo en la travesía, teniendo que bajar en Barbados en muy mal estado, en donde fallece el 20 de marzo de 1818[9].



Escudo de armas genérico de un presbítero católico
 https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=25872169

 

 

PRESBÍTERO JUAN JACOB LAGUNA Y SORIANO.

Nacido en la Provincia de Cumaná, igual a su hermano, el Fray Marcelo, viaja a España a convertirse en religioso, perteneciente a los Franciscanos. Llegado a Cumaná, muestra también su ímpetu y fuerza, acompañado de  una gran personalidad, pero en comparación a su hermano, prudente en las palabras.
Para el año 1792, el Diácono Juan Jacob Laguna y Soriano era
 Sacristán en la Parroquia Santa Inés, Cumaná.

Fue Capellán del Ejército del General  José Francisco Bermúdez y juró allí la Constitución de 1811[10]. Igualmente estuvo junto al Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre[11]

Bartolomé Tavera-Acosta nos indica en su libro Historia de Carupano que el presbítero Jacob Laguna es puesto preso por el cruel capitán Francisco Javier Zerbériz, comisionado de Monteverde, el 15 de diciembre de 1812 a media noche, junto a un grupo de patriotas en Cumaná que vivían amparados por las garantías otorgadas por el coronel Ureña, quién estaba a cargo de la gobernación de Cumaná a nombre del rey, por lo que los catalanes residentes, que son violentos y no están de acuerdo con el paternalismo de su capitán, urgen  a Monteverde a tomar acciones y perseguir a los patriotas, traidores, que son enviados a las bóvedas de La Guaira, donde permanecen hasta fines de abril y comienzo de mayo de 1813, en donde la mayor parte sale en libertad bajo fianza, volviendo a sus filas leales a la causa de Independencia Nacional. Todo esto fue parte de la traición de Monteverde a la capitulación ofrecida por Miranda.

En 1814 acompaña como capellán militar hacia el centro de Venezuela al Ejército de Oriente, al mando del General Santiago Mariño, en apoyo del Libertador[12].

En 1816 Jacob Laguna es parte de una Causa de Inferencia que se le aplicó junto a Teresa Heredia y otros patriotas por insurgentes.

El presbítero Laguna mezcla sus funciones religiosas con la política y según se lee en el Correo del Orinoco, sábado 2 de diciembre de 1820, en su número 87, en aviso oficial del Congreso de Colombia, queda electo como diputado suplente para la Provincia de Cumaná.

Estuvo presente en cantidad de sucesos acaecidos desde  la lucha de independencia hasta 1821 tanto en Cumaná, como en Ureña, Caracas y La Guaira. En alguna ocasión, recibe una multa impuesta por el Gobernador de Cumaná, por falta de respeto a la autoridad civil[13], en desobediencia de sus superiores en defensa de sus coterráneos.

Fallece en Cumaná, el 18 de octubre de 1854[14], siendo Capellán de la Ermita de Nuestra Señora del Carmen, enterrado en la misma Capilla, tras una muerte repentina.


Para el siguiente capítulo escribiremos sobre el primer Rivodó que según nosotros llegó a Venezuela y su matrimonio con Francisca Antonia Laguna y Soriano.


Manuel Alfredo Padra Rivodó



[1] Labor Franciscana en Venezuela, volumen 2. Universidad Católica Andrés Bello, Instituto de Investigaciones Históricas, Centro de Lenguas Indígenas.

[2] Guerra, hacienda y control fiscal en la emancipación de Venezuela, 1810-1830. Pedro Vicente Sosa Llanos. Archivo Histórico, Contraloría General de la República, 1995.

[3] Latinoamérica y España, 1800-1850: un crecimiento económico nada excepcional. Escrito por Enrique Llopis,Carlos Maricha.

[4] La Iglesia en la España contemporánea/1: 1800-1936.  Escrito por José Andrés-Gallego,Antón M. Pazo.

[5] Labor franciscana en Venezuela, Volumen 2. Universidad Católica Andrés Bello, Instituto de Investigaciones Históricas, Centro de Lenguas Indígenas.

[6] Le emigración desde la España peninsular a Venezuela en los  Siglos XVI, XVII y XVIII. Tomo II. José Eliseo López, 1999.

[7] Boletín del Centro de Investigaciones Históricas y Estéticas, Número 25; Números 27-28.
Los problemas del oriente venezolano y su reflejo en el convento franciscano de Cumaná. María Dolores Fuentes Bajo.

[8] Los problemas del oriente venezolano y su reflejo en el convento franciscano de Cumaná. María Dolores Fuentes Bajo.

[9] Caribbeana: Being Miscellaneous Papers Relating to the History, Genealogy, Topography, and Antiquities of the British West Indies.

[10] Sacerdotes que sirvieron a la causa de la independencia de Venezuela de 1797 a 1823. Manuel Landaeta Rosales. Tipografía Emp. El Cojo. Caracas. 1911.

[11] Historia del Estado Sucre. José Mercedes Gómez. Ediciones de la Presidencia de la República, 1982.

[12] Un patriota bajo la sotana. Eumenes Fuguet Borregales.

[13] Boletín del Archivo Nacional, números 117-124. Venezuela. Archivo Nacional. 1943.

[14] Venezuela, registros parroquiales y diocesanos, 1577-1995. Sucre, Cumaná, Santa Inés. Defunciones. 1807-1943. 

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